Sexología y Terapia de Pareja: Sexualidad durante el embarazo y postparto
El embarazo y el postparto son etapas vitales que conllevan diversos cambios tanto psicológicos como fisiológicos en las mujeres y ello suele repercutir en su sexualidad. Diversos estudios científicos hablan de una disminución en la frecuencia, el deseo y la satisfacción durante el embarazo y hasta 6 meses después del parto.
Atencionalmente la mujer y las personas que la rodean, focalizan su energía en preparar la llegada del bebé y todo lo que ello conlleva. A su vez, la embarazada suele presentar molestias físicas, cansancio y alteraciones en su estado de ánimo, que hacen que su sexualidad en muchas ocasiones pase a un segundo plano.
También, a pesar de que ahora sabemos con certeza que mantener relaciones sexuales durante el embarazo no repercute a la salud del bebé (a excepción de algunos embarazos de riesgo en los que nuestro médico/obstetra nos indica lo contrario), existe un miedo inherente en muchas de las futuras mamás y futuros papás a hacerle daño al bebé durante el coito.
Dependiendo del trimestre del embarazo, el estado psicológico y físico de la mujer varía; por tanto, también su sexualidad sufre pequeñas variaciones según el trimestre:
La sexualidad durante el primer trimestre:
En este primer trimestre influirán varios factores; principalmente el estado físico y psicológico de la mujer. En muchas ocasiones, el cansancio, los vómitos, náuseas y miedos de hacerle daño al bebé hacen que la frecuencia y la satisfacción sexual disminuya de manera significativa durante estos meses. También nos podemos encontrar con hombres y mujeres que no contemplan la idea de acoplar la sexualidad al embarazo y deciden renunciar a él (atendiendo a las repercusiones que ello conlleva al bienestar de la pareja).
Por lo general, encontramos que existe una gran relación entre la sexualidad que teníamos previa al embarazo y la que tenemos durante el mismo. Si los meses previos han sido muy angustiosos, ya que teníamos muchas ganas de poder conseguir el embarazo, una vez lo hayamos logrado, probablemente nos relajemos y podamos disfrutar más de nuestra sexualidad (siempre y cuando nuestra sexualidad previa haya sido satisfactoria).
La sexualidad durante el segundo trimestre:
Durante el segundo trimestre solemos encontrar una mejora notable en nuestra sexualidad; las molestias físicas habrán disminuido, los miedos y el primer impacto de la noticia del embarazo son también menores y el tamaño de la barriga aún tiene unas dimensiones "fácilmente manejables" para mantener relaciones sexuales.
Durante el embarazo progresivamente mejora el riego sanguíneo de la zona pélvica, por lo que probablemente la mujer alcance el orgasmo con mayor facilidad.
La sexualidad durante el tercer trimestre:
Durante el tercer trimestre se suele experimentar nuevamente un descenso tanto del deseo como de la satisfacción sexual. En estos meses, la mujer presenta más molestias físicas, el tamaño de la barriga suele ser molesto (más pesada y el bebé se mueve con más energía) y su imagen corporal también puede estar alterando su sexualidad en algunos casos.
En esta etapa (y también en las anteriores), debemos adaptar nuestras posturas coitales (buscando la comodidad de ambos), introducir nuevos juegos sexuales sin penetración y seguir disfrutando de nuestra sexualidad sin miedos.
Las posturas más recomendables son aquellas en las que no se provoque un choque con la barriga de la mujer: de lado, la mujer encima del hombre o de espaldas a él... No debemos reducir la sexualidad únicamente a la penetración, por lo que el juego sexual, la masturbación, masajes eróticos y todo aquello que se nos pueda ocurrir será muy bienvenido para aumentar el deseo y satisfacción sexual durante esta etapa.
La sexualidad en el postparto:
El parto viene seguido de unas semanas de ausencia
de coito, que lo acompañan unos meses
de recuperación gradual de las relaciones sexuales en la pareja. Diversos
estudios muestran que la recuperación total de la sexualidad habitualmente
tarda entre 3 y 6 meses, pudiendo prolongarse en algunas parejas hasta los 12
meses o más. Más de la mitad de mujeres
refieren molestias en sus relacione sexuales durante los 3-6 meses después del
parto; en algunos casos pueden alargarse durante más meses.
No únicamente las molestias físicas del propio parto y su progresiva recuperación afectan a la sexualidad; también el estrés, el nuevo rol de madre, la lactancia materna, el cansancio (no poder descansar durante las noches), imagen corporal alterada (sentirse poco atractiva)...
A partir de ahora dejamos de ser dos para dar la bienvenida a un nuevo miembro a la familia. Esto puede alterar nuestra intimidad como pareja; nuestros roles, percepciones y prioridades del otro miembro de la pareja pueden entrar en conflicto con los nuestros propios.
Es importante que la pareja mantenga momentos de intimidad, que respete el deseo y necesidades del otro y que no se renuncie a la sexualidad a pesar de haber adquirido nuevos roles y responsabilidades vitales.
Es conveniente hablar sobre este tema con nuestro ginecólogo para que nos ofrezca estrategias para mejorar nuestra sexualidad durante estos meses (lubricantes, posturas, resolver dudas y miedos...), acudir a un profesional en fisioterapia del suelo pélvico (cuando las principales molestias y repercusiones en la sexualidad durante el postparto vienen derivadas de los cambios estructurales en nuestro suelo pélvico), o acudir a un profesional en sexología/psicología (si observamos que las molestias y alteraciones en nuestra sexualidad y/o relación de pareja persisten o se agravan).
Iris Tolosa Sola
Psicoestima't-
Psicología y Sexología Granollers
Psicóloga (nº Col: 21572)